Es sólo una muestra. Pero es agradable saber que poblaciones como Orgaz conservan ese peculiar acervo intrínseco que desprenden sus calles en apenas unos pocos metros. Aunque la modernidad las haya transformado parcialmente, sin embargo, las placas de sus calles dejan adivinar un rico y fascinante pasado que los tiempos no han conseguido borrar. Más intuitivo, si cabe, que las marquesinas turísticas que nos guían contándonos la historia de la población.
Así podemos ver placas que nos hablan de la fundación de instituciones para el socorro de los pobres, como los hospitales o el pósito municipal, u otras relacionadas con sus antiguos moradores. Entre ellos, los francos, ese conjunto de repobladores que vinieron de más allá de los Pirineos con los ejércitos castellanos y que demuestran su presencia aquí tras la marcha de los musulmanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario