El baile de la bandera es una de
las principales enseñas de Burguillos de
Toledo. Se trata de una de las tradiciones más relevantes y vistosas de cuantas
se celebran en el pueblo con motivo de sus fiestas patronales.
Las soldadescas que perduran en
diversos pueblos de la provincia están formadas por una serie de integrantes
que se organizan como una compañía de soldados, de ahí el nombre que reciben.
Entre sus cargos hay un capitán (o capitanes) y un maestro de campo, además del
resto de la tropa, un abanderado y una banda de música o tambores que les
acompaña. Su función es la de escoltar a una imagen religiosa en el día de su
festividad.
El Abanderado, en dicha fiesta, es
el encargado de ejecutar el Baile de la Bandera en honor a la Virgen o al Cristo, tanto en
el Ofrecimiento como en la Procesión, recibiendo un trato similar al de las
Autoridades que la soldadesca se encarga de recoger en sus casas el día de la
Fiesta Principal para asistir a los actos religiosos.
Se cree que este ritual tiene su
origen en una ofrenda o acto de acción de gracias que los soldados que
regresaban de una contienda efectuaban a la Virgen, después de haberse
encomendado a ella para salvar su vida. O porque habían logrado regresar
victoriosos, gracias a su intercesión milagrosa, haciéndola merecedora de los
honores propios del carácter castrense.
Según un documento del año 1721 una soldadesca y una celebración
similar tenían lugar en Burguillos de Toledo por esta época y se la relaciona
con la ermita y su Virgen de Nuestra
Señora de Burguillos, con motivo de una festividad que los vecinos del
pueblo tenían por costumbre hacer el día de la Cruz de Mayo:
“Y el ofrezmto del dia de la Cruz de maio de 1721 importo
baxa de gastos de tambores 152 Rs que quedaron depositados en dha arca, y los
Capitanes, Y demas de dha Soldadesca aplicaron esta cantidad pª hacer una
escalera a la tribuna dela Ygª Parrochial”.
Según otra reseña del año 1559,
se organizaron en Toledo una serie de festejos y ceremonias oficiales para el
recibimiento de la futura reina de España, Isabel de Valois, que habría de contraer matrimonio con Felipe II. Entre las
muchas fiestas celebradas, que se prolongaron varios días, tendría lugar una
función de teatro y la denominada fiesta de los gremios, en cuyo desfile
participaron gentes de Ajofrín y Burguillos, llevando a cabo el baile de la
bandera (“que sostenían con mil giros en
el aire, sin tocar el suelo, siendo de algunas varas de largas”); lo cual da
idea de la antigüedad de esta tradición en nuestro pueblo, además de la fama
que debieron adquirir nuestros
abanderados para ser convocados en celebraciones como ésta.
Con el paso del tiempo la
soldadesca terminó por desaparecer como tal, pero no así la costumbre de bailar
la bandera o la propia celebración de una procesión hasta la ermita el día de
la fiesta de la Ascensión. Aunque, esta vez, a
cargo de nuevas congregaciones con forma de hermandad religiosa. Y así
han perdurado hasta nuestros días, transmitiéndose la tradición de padres e
hijos a lo largo de una gran cantidad de generaciones.
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