La superluna de anoche, confinada entre un manto de nubes, se asomó ayer a nosotros a través de una pequeña "ventana" entre las tinieblas, cuando apenas acababa de salir por el horizonte; fiel a su cita, fiel a su bucólica compañía, aunque nosotros también sigamos confinados. Nuestros ancestros solían interpretar estos hechos como augurios o profecías, así que, en todo caso, que lo sea de esperanza y de que este confinamiento pronto toque a su fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario